La Dra. Isabel Cristina Rincón Rodríguez, decana de la facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y contables de la Universidad de Santander (UDES), hace un análisis respecto a la situación de empleo e informalidad. Estas temáticas deben ser abordadas con prioridad por los próximos gobernantes territoriales, pues son clave para aumentar la competitividad en las regiones.
De acuerdo con la experta, la informalidad puede ser un obstáculo para el desarrollo económico, pese a que es una forma de subsistencia y resistencia para aquellos que están marginados del sistema económico formal. Por lo tanto, “es importante que los gobiernos trabajen para reducir la informalidad mediante la creación de empleo formal y el establecimiento de políticas y programas que apoyen a los trabajadores informales”.
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La Decana recalca que es importante para los futuros planes de desarrollo municipales establecer políticas frente a la informalidad y el desarrollo económico.
Informalidad
En general, la informalidad se refiere a actividades económicas que no están reguladas por el Estado y que se llevan a cabo sin pagar impuestos o cumplir con otras obligaciones legales. En algunos países en desarrollo, la economía informal puede ser una parte significativa de la economía, empleando a una gran cantidad de personas y generando ingresos para muchas familias.
La Doctora en Administración considera que la informalidad es un obstáculo, ya que puede socavar la capacidad del Gobierno para recaudar impuestos y ofrecer servicios públicos de calidad. “La informalidad también puede contribuir a la desigualdad económica, ya que los trabajadores informales a menudo no reciben los mismos beneficios y protecciones que los trabajadores formales”, aseguró.
Sin embargo, la informalidad también puede tener algunos efectos positivos. Por ejemplo, puede proporcionar empleo a personas que de otra manera estarían desempleadas o subempleadas. En algunos casos, la informalidad puede ser una forma de subsistencia para personas de escasos recursos, y puede ser una forma de resistencia frente a un sistema económico y político injusto.
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Subempleo
La informalidad y el subempleo están estrechamente relacionados. El subempleo se refiere a la situación en la que los trabajadores están empleados, pero no tienen suficientes horas de trabajo para ganar un salario adecuado o no tienen acceso a trabajos con buenas condiciones laborales.
En algunos países, la economía informal es una fuente importante de subempleo, ya que muchos trabajadores informales tienen empleos precarios, mal remunerados y sin protección social. Además, los trabajadores informales a menudo no tienen acceso a los mismos beneficios y protecciones que los trabajadores formales, como la seguridad social, la atención médica y las pensiones.
La informalidad también puede perpetuar el subempleo al crear una situación en la que los trabajadores informales se ven obligados a trabajar por salarios bajos debido a la falta de opciones de empleo formales. La informalidad puede dificultar la creación de empleo formal, ya que los empleadores informales no pagan impuestos ni cumplen con las normas laborales y de seguridad, lo que los hace más competitivos en términos de costos que los empleadores formales.
La informalidad y el subempleo están estrechamente relacionados, ya que la economía informal puede ser una fuente importante de trabajos precarios y mal remunerados.
De acuerdo con Rincón Rodríguez, la reducción de la informalidad y la promoción de empleos formales adecuados son importantes para abordar el problema del subempleo y mejorar las condiciones de trabajo y los ingresos de los trabajadores.
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Pobreza
La informalidad se refiere a la actividad económica que se realiza fuera del alcance de la regulación gubernamental, mientras que la pobreza se refiere a la falta de recursos económicos y la incapacidad para satisfacer las necesidades básicas.
En muchos países en desarrollo, la informalidad es una forma de subsistencia para muchas personas pobres. Esto se debe a que la informalidad puede proporcionar una fuente de ingresos sin la necesidad de cumplir con los requisitos legales, como impuestos y regulaciones laborales. Sin embargo, los trabajadores informales suelen tener ingresos más bajos y menos estabilidad laboral que los trabajadores formales, lo que a menudo los mantiene en la pobreza.
Finalmente, Rincón recalca que, desde una perspectiva más conservadora, la naturaleza regional/local del desarrollo ha de ser planteada como un motor indispensable del capitalismo contemporáneo.
Para el desarrollo endógeno se establece en diferentes documentos cómo se puede analizar la evolución y la manera como se ha hecho presente este desarrollo en las regiones dentro del contexto económico. Es decir, analizar las habilidades construidas que estén enfocadas a la determinación de unas condiciones particulares para que los territorios que buscan progresar, se vean impactados realmente en la oferta de lo que producen las economías de cada región.
El DANE publicó que 58% de los ocupados en Colombia son informales.
Panorama en Santander
De acuerdo con cifras oficiales del DANE, en el área metropolitana de Bucaramanga aumentó la tasa de desempleo en el trimestre diciembre a febrero de 2023, la cual está en el 11,3 % y la ubican en el puesto 6 por detrás de Santa Marta, Medellín, Manizales, Popayán y Pereira.
Con respecto a las principales ocupaciones de los santandereanos, el DANE revela que el 5% de los habitantes se encuentra buscando trabajo, mientras que el 72% o está trabajando o se dedica a los oficios del hogar, sobre lo cual, en las zonas rurales esta cifra asciende al 79% con especial hincapié en quienes se dedican a los oficios del hogar (36%).
De las personas ocupadas en Santander el 70 % no sabe qué tipo de contrato o simplemente no tiene un contrato laboral y tan solo el 21% tiene un contrato escrito. Esto se agudiza en las zonas rurales en donde tan solo el 7 % de los trabajadores tienen un contrato por escrito, demostrando el alto nivel de informalidad de la región.
En cuanto al tamaño de las empresas, es posible afirmar que en Santander el empleo es generado principalmente por las mipymes. Principalmente las microempresas de hasta 10 empleados generan el 58% del empleo urbano y 82% del empleo rural (61% para Santander). Esto explica en parte porque la mayoría de los empleados no tienen vinculaciones formales con las empresas.
La informalidad y las pequeñas empresas son actualmente el tejido empresarial regional, el reto de los nuevos gobernantes.